24 de Agosto 2020. El Manantial de la Mina de Carratraca. Aula museo de geología (Málaga)

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24 de Agosto 2020. El Manantial de la Mina de Carratraca. Aula museo de geología (Málaga)

Palabras clave educativa: Manantial de la Mina, Carratraca, mina de hierro, Unidad Acuífera Sierra de las Nieves-Prieta, Sistema Prieta-Bonela-Alcaparaín, Zonas Internas, Rondaides, Trias Alpino, gneises granulíticos con sillimanita, mármoles dolomíticos, brechas, karst, recurso natural, patrimonio geológico.

El pasado día 24 de Agosto aprovechando la bonanza de un día agradable en el ocaso del verano, realizamos una visita hidrogeológica al manantial de la Mina, principal abastecimiento del pueblo de Carratraca. El manantial en realidad una antigua galería minera de rumbo 270º (oeste) está situado al suroeste de la población y a una altitud de unos 522 metros, en la falda este de la Sierra de Alcaparaín. La antigua explotación al igual que otras dos galerías próximas a la pista forestal de la sierra con idéntico rumbo, buscaron aprovechar mineralizaciones de hierro tipo limonita-pirita contenidas en los mármoles dolomíticos, hará algo más de 100 años.

El acuífero de la Mina de Carratraca pertenece a la Unidad hidrogeológica kárstica de la Sierra de las Nieves, y específicamente de acuerdo con el IGME, al sistema Prieta-Bonela-Alcaparaín que posee una superficie acuífera de unos 44 km2 con relativas pocas salidas de agua visibles – una de ellas el manantial del río Jorox (Yunquera) con cerca de 200 l/seg -, al tener un funcionamiento complejo, profundo y de morfología kárstica canalizada por la tectónica. Los materiales de dicho acuífero lo componen los mármoles dolomitizados y brechas marmóreas triásicas de la Unidad de Alcaparaín, formación muy replegada y con desarrollo de karst, perteneciente a las unidades Rondaides, que a su vez y como muestran los cortes geológicos de campo son cabalgados hacia el este por la serie de gneises alpujárrides paleozoicos meteorizados.

Sin embargo uno de los aspectos en coordinación con lo anterior, que más llama la atención, es que su espectacular salida de cerca de 80 l/seg de ligeras variaciones estacionales de caudal de +/- 8 l/seg según comunicación local, fue inducida artificialmente por la perforación de los martillos en el avance de la explotación minera. Este acontecimiento previsiblemente causara la muerte de algunos de los propios picadores-barreneros por la enorme presión de agua contenida que tuvieron que soportar en el frente de avance, – dado que la boca de la Mina está en materiales relativamente impermeables confinantes – gneises con sillimanita – que tras un desarrollo lineal de unos 150 metros, alcanza un plano de cabalgamiento formado por brechas y milonitas (ver croquis geológico anterior), y a continuación los mármoles dolomíticos karstificados de Alcaparaín, almacén del acuífero con varias vías de entrada de agua.

En definitiva, el agua ese elemento cada vez mas escaso en la climatología mediterránea,  un recurso natural y un bien preciado del patrimonio geológico del Alto Guadalhorce, que por la casuística del destino tuvo su razón de ser en las explotaciones mineras de antaño. Un elemento que valiosamente ha constituido el soporte vital de esta comarca generosa en manantiales y en naturaleza en su estado más agreste.

 

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