Nos preparamos para afrontar una extraordinaria georuta a lo largo de Parque Ardales, parajes de Bobastro y Mesas de Villaverde, todo un auténtico Parque Geológico de entidad nacional, un "geosite" de primer orden todavía por potenciar aún más, donde los geólogos debemos pisar fuerte reclamando lo nuestro, nuestra rica disciplina científica y el valor estratégico del recurso en el ámbito del turismo natural sostenido en sus distintas vertientes geocientíficas, estratigráfica, sedimentológica, geomorfológica y estructural, finalmente la reconstrucción paleogeográfica de los episodios geológicos.
La ruta es todo un lujo placentero con unas panorámicas formidables, las formas caprichosas del relieve, los taffonis por los efectos de la abrasión de la erosión eólica y remoción de partículas silíceas en forma de torbellino. Las molasas tortonienses son calcarenitas bioclasticas a veces lumaquélícas y en ocasiones conglomeráticas (barras y paleocanales), de grano mas bien grueso sedimentadas en medios arrecifales de bastante energía azotadas por fuertes corrientes laterales, relacionados con los antiguos mares Tortonienses que conectaban a través de estrechos brazos las cuencas marinas del Guadalquivir y el Guadalhorce.
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- Bobastro y su relieve
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- El embalse de la Encantada en Mesas de Villaverde. Al fondo el colosal armazón calizo de la Sierra de Huma
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- Estratificaciones cruzadas en molasas tortonienses
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- Cistas de enterramiento esculpidas en molasas del Tortoniense
Los materiales Tortonienses son de tipo postorogénico, es decir se sedimentan posteriormente a los ciclos alpinos de mayor violencia de tipo compresivo que acaban en el Mioceno inferior y que estructuran básicamente el relieve de la cordillera, en fases de cierta relajación tectónica de la cordillera de plegamiento.
Además de los aspectos geomorfológicos y estructurales, alcanzamos la cima de uno de los puntos mas espectaculares de la ruta, las Mesas de Villaverde donde las vistas nos brindan el plegamiento alpino de los antiguos mares del Jurásico superior y las capas rojas cretácicas y el gran contacto entre las Zonas Externas (el surco geosinclinal) y las Zonas Internas del Dominio del Bloque de Alborán (Complejo Alpujárride) cuya punto de encuentro aparece próximo al aliviadero de la presa del Chorro y la misma estación del Chorro (filitas grises deslizantes).
La dureza de la ruta es media-baja y siempre por caminos acondicionados.
