En esta convocatoria geológica del fin de semana y como es habitual, visitamos la Cuenca del Guadalhorce para ascender por las lomas convexas abancaladas del interior de la Sierra Llana de Cártama (427msnm), a espaldas del castillo, donde el isleo tectónico del macizo en disposición anticlinoria, configura una posición estratégica clave e histórica sobre la vega fluvial del Guadalhorce. Desde un punto de vista geológico, nos encontramos en las Zonas Internas del Complejo Alpujárride occidental (Dominio del Bloque de Alborán) y vemos los efectos en las rocas y sus gradientes del intenso metamorfismo regional de rocas profundas, que afectó a la raíz de la cadena de plegamiento de la Cordillera Bética, y en concreto los materiales metamórficos catazonales del Complejo Alpujárride (esquistos, anfibolitas, gneises anfibólicos, cuarcitas, etc..). Allí las colinas alomadas, exhiben una clase viva de petrología de metamórficas, que dejan entrever apófisis de leucogranitos (algunos de cerca de varias decenas de metros cuadrados) y filones drúsicos pegmatiticos, que intruyen en la serie de anfibolitas y esquistos biotíticos completamente hidrotermalizados. Algunas de ellas encerraban en el pasado excelentes cristalizaciones de granate, cuarzo, turmalina, micas y microclina, en drusas y cavidades rellenas de arenas calcáreas ocráceas hoy tristemente esquilmadas.
-
- Vista del castillo y su emplazamiento desde lo alto de Trascastillo
-
- El anticlinal de Sierra Llana
Se trata de una ruta eminentemente petrológica-mineralógica, donde reconocemos e identificamos buenas exposiciones de rocas metamórficas de AT-AP (cuarcitas, esquistos biotíticos, gneises, anfibolitas, granulitas y leucogranitos con turmalina) que subyacen en el núcleo erosionado del anticlinal de la sierra, bajo los mármoles calcáreos recristalizados, perteneciente al Manto de Ojén o al menos correlacionados con él.
La jornada se realiza por caminos forestales y de repoblación salvando algunos desniveles, en zonas de casas de aperos y despoblados, y en cuyos cortes en el terreno se permite reconocer las zonificaciones metamórficas, minerales índices, los gradientes del metamorfismo regional en los esquistos cristalinos, anfibolitas y diques discordantes de pegmatitas, y las isogradas impuestas por las facies de granate-biotita-cordierita-sillimanita.
-
- Lomas y laderas de Trascastillo. En la zona superior los mármoles en gruesas bancadas buzantes hacia los flancos
-
- Anfibolitas hidrotermalizadas con filones de pegmatitas con microclina, cuarzo y turmalina
Se trata pues de una ruta de dureza media, con algunos desniveles impuestos por la orografía alomada pero con frecuencia de caminos, y accesos cómodos sin apenas vegetación salvo las zonas de vaguadas.
OBJETIVOS:
