3 de Septiembre 2020. El Parque del Morlaco (Málaga). Un origen sobre la minería del yeso. Aula museo de geología (Málaga)
Palabras clave educativa: Parque urbano, El Morlaco, Complejo Maláguide, mineria del yeso, rocas sedimentarias, areniscas rojas del Permotrias, dolomias Infralias, yesos, Trias Keuper, karst, disolución, hundimiento kárstico, dolina, medio marino, lagoon, facies continentales, riesgo geológico-geotécnico.
El pasado día 3 de Septiembre abordamos una placentera ruta por el parque urbano del Morlaco, un espacio y pulmón verde en plena ciudad de Málaga de unas 16Ha de superficie, con unas vistas extraordinarias sobre el litoral y la bahía, cuyo fundamento estuvo en un pasado no muy lejano, relacionado con las persistentes explotaciones mineras de la compañía minera Yeseras Santa Ana.
Estas minas estuvieron en explotación desde los años 40 al 60 del siglo XX, al unísono de otras explotaciones mineras del entorno urbano como el área de Cerro Cabello, Parque Clavero, La Cerrajera en Cerrado de Calderón, Cerro Coronado, y La Platera en el Candado. Efectivamente en 1942 ya figuraban en los expedientes de minas, las demarcaciones “El Morlaco” Exp.5453 y propietario Juan Ruiz Ojeda; “Miguelón” Exp.5467 y propietario Juan Vargas Gómez; “Sta Isabel y San José” Exp 5472 y 5492 de Niceto Ramirez, concesiones de minas que horadaron con intensidad los niveles de yesos impuros arcillosos del Trias Keuper intercalados entre las areniscas rojas continentales del Permotrías del Complejo Maláguide (a muro) y las dolomías en ” muela” de medios marinos someros del Infralías (a techo). Unos niveles estratigráficos ricos en yesos, sales y arcillas rojas y verdes, cuya sedimentación estuvo relacionada con la proximidad a una línea de costa en medios transicionales tipo “lagoon” (lagos salobres costeros de gran influencia marina por acción de las mareas) o “sebkhas” costeros. Estos yesos blanquecinos a veces rojizos, relativamente impuros, eran destinados al mercado local de la construcción (en polvo, revestimientos, enfoscados, tabiques, enlucidos, arte, escayolas, etc..), y en última instancia a la fabricación del cemento.
Es previsible incluso como indica la historia con otros núcleos mineros provinciales, que el embrión de estas explotaciones tuviera su nacimiento en épocas remotas cuando la dominación islámica, civilización muy apegada al arte y la decoración de los palacios con dicho elemento, para embellecer arcos, estucos, mosaicos y columnatas.
Sin embargo, el pulmón verde del Morlaco también exhibe un secreto, la geomorfología antrópica de su origen minero, y el riesgo geológico y geotécnico como consecuencia de la inestabilidad del relieve permotriásico, donde los yesos se disuelven “karst” y producen hundimientos de bóvedas suprayacentes, así como otras relacionadas con el colapso de minas. Esto se traduce en un terreno plagado de sifones y dolinas cónicas de hundimiento, así como grandes grietas de descompresión por donde percola el agua y se acumula, tras la disolución en los niveles inferiores arcillosos saturados, con la formación de algún lago interno como narraban algunos de los mineros de la explotación.
Un tanto a favor de la municipalidad, que ha evitado el riesgo geotécnico para la construcción y la expansión urbana de una zona privilegiada aunque traicionera geológicamente, permutándolo por un parque urbano relativamente asentado y estable, de gran valor natural en la ciudad. En definitiva, el Morlaco un “asset” verde para la ciudad de Málaga, que no debe olvidar sin embargo el origen de su historia y los fenómenos desarrollados en su subsuelo, como consecuencia de la minería histórica del yeso.