10 de Enero 2021 Por las molasas del Hacho de Álora y desprendimientos fósiles de Hoyo del Toril . Aula museo de geología (Málaga)

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10 de Enero 2021 Por las molasas del Hacho de Álora y desprendimientos fósiles de Hoyo del Toril . Aula museo de geología (Málaga)

Palabras clave educativa: Cuencas marinas postorogénicas, Terciario, Molasas, Mioceno superior, Tortoniense, rocas sedimentarias detríticas, areniscas gruesas de cemento calcáreo, conglomerados areniscosos, flysch Oligoceno, estratificación tabular, desprendimientos fósiles, desplazamiento traslacional,  karst, espeleotemas, coladas de estalactitas, coladas-cortinas, terremotos, vuelco, colapso, cataclismo, fallas de distensión, cizalla de sismo, taffonis, tornillos de disolución.

El pasado Domingo día 10 el Aula museo de Geología Málaga en compañía de la empresa Triángulo activo-Caminito del Rey https://www.trianguloactivocaminitodelrey.com/experiencias-aventura-deporte/ruta-jurasica-monte-hacho/   y alcaldía de Álora, realizamos la subida a Monte Hacho de Álora, a través de las visitas geológicas a los parajes de Hoyo del Toril y Llanos de Santa Ana. El monte Hacho de Álora es un promontorio abrupto y escarpado en el paisaje ubicado al oeste de la población de Álora y con una altitud máxima de unos 559msnm (vértice geodésico Hacho).

Los materiales que lo componen son alternancias de areniscas bioclásticas gruesas de cemento calcáreo y conglomerados areniscosos poco maduros de origen marino conocidos como “Molasas”, sedimentados en mares someros epicontinentales próximos a la línea de costa, de cuencas encajadas poco profundas. Estos mares tortonienses (Mioceno superior,10Mll.años) que interconectaban a través de estrechos brazos el Valle del Guadalhorce y la Cuenca del Guadalquivir en aquel periodo, recibían aportaciones del continente con abundantes sedimentos de gravas, bolos, cantos y cuñas de arenas tras los periodos de fuertes tormentas en zonas de cierta pendiente relacionadas con abanicos deltaicos, que eran retrabajados violentamente en las zonas costeras por las mareas, el oleaje y las corrientes marinas laterales de la plataforma continental. Estas molasas depositadas con posterioridad a la formación de la Cordillera Bética – el orógeno – cuya estructuración principal acaba en el Mioceno inferior (20 Mll.años),  descansan en este sector sobre los materiales Flysch del Oligoceno,  la Unidad de Aljibe, también conocidos como “Tierra de Bujeo” en la zona (arcillas plásticas y bloques de areniscas), los cuales constituían en aquel periodo la línea emergida costera del continente tras la compresión Burdigaliense que las apila y cabalga.

Con posterioridad a los fondos marinos, estos materiales fueron emergidos por los movimientos epirogénicos o de reajuste isostático del continente y la tectónica de distensión en bloques altivos, regresando el mar, erosionándose las capas durante el Plio-cuaternario y desarrollando un curioso karst a favor de los planos previos de falla (fallas distensivas). Llama la atención en el paraje de Hoyo del Toril los desprendimientos fósiles desgajados de una gran falla o familia de fallas distensivas de dirección N10E y buzamiento O-NO (280º) que generan tras la descompresión una vez que estos materiales estaban emergidos, un conjunto de bloques desplazados (deslizamiento traslacional) con fenómenos de vuelcos (toppling) en el área mas distal y colapsos de bloques posteriores inducidos posiblemente por un sismo o cataclismo de gran magnitud como lo demuestran las cizallas horizontales que cortan el macizo rocoso.

Junto a todos estos fenómenos y eventos geológicos que hay que recomponer en un complejo puzzle, sedimentación marina, consolidación de los sedimentos, emersión de esos fondos marinos, fallas de distensión, escarpes erosivos, cizallas de origen sísmico, y colapsos de bloques, que constituyen toda una clase práctica de geología, geomorfología, sismotectónica y riesgos naturales, un interesante karst poco habitual y extraordinario (no son calizas, o mármoles) sobreimpuesto a favor de fracturas en estas formaciones de areniscas y conglomerados con desarrollo de coladas estalactitícas, coladas-cortinas, travertinos y rellenos sedimentarios de “pipes kársticos”, completan el enorme interés de la ruta geológica que sin dudas merece el reconocimiento científico de ser incluida en el futuro Geoparque del Alto Guadalhorce.

Tal vez todas estas manifestaciones kársticas “Espeleotemas ” ahora expuestas a la intemperie, poco habituales en estas secuencias de areniscas y conglomerados, pudieran haber estado relacionadas con flujos de antiguos manantiales colgados en las interfases conglomerados-areniscas-lutitas, dado que resulta complejo explicar la gran abundancia y deposición de bicarbonato cálcico soluble  en esta formación al no tratarse de una formación kárstica típica en sentido estricto y no haber habido previamente disolución suficiente de un macizo calizo para saturar y justificar la intensa mineralización por goteo de agua.

Tras la visita al Hoyo del Toril , un recorrido por la vertiente oriental del Hacho para asomarnos a la zona de Álora desde los Llanos de Santa Ana, donde podemos contemplar la estratificación tabular de las molasas y fenómenos relacionados con la erosión eólica “Taffonis” y “tornillos” por erosión diferencial de las capas y moldeo del agua, así como una espectacular vista de la población de Álora y el valle.

En definitiva, una ruta geológica de primer nivel y de elevado interés científico en el municipio de Álora, incluida en el paquete de actividades excursionistas del Triángulo Activo y también el Aula Museo de geología que debe ser incorporada al inventario de puntos de interés geológico del futuro Geoparque, como lugar (LIG) relevante de interpretación del paisaje y elementos geológicos de la Cuenca del Guadalhorce.

 

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