El pasado Domino 27 afrontamos dentro del ámbito futuro proyecto Geoparque Guadalhorce, la subida al pico Castillón en la Sierra de Peñarrubia, la terminación oriental del cordón montañoso calizo que se extiende desde Teba por el Tajo del Molino y culminando en Peñarrubia. Un vértice geodésico estratégico encumbrado sobre los riscos y farallones calizos creados por la distensión vertical Fini-Terciaria (Mioceno superior) y descompresión cuaternaria de los materiales marinos del Jurásico superior (160 millones de años) emergidos durante la colisión en el Mioceno inferior entre las Zonas Internas (Bloque de Alborán) y las Zonas Externas (el surco geosinclinal de sedimentación al sur del antepaís Ibérico o Hercínico de la Meseta), con predominio de las calizas oolíticas y pisolíticas, y los niveles mas tableados de calizas nodulosas y brechoides con fauna de fósiles marinos, ammonites, bivalvos, restos de corales y equínidos. El pico Castillón asentado sobre la cota 729 msnm y un desnivel de unos 300 metros respecto a la carretera C-341, constituye unos de los picos mas prominentes de este sector, lo que le confiere un caracter altivo y “clave” en el relieve del entorno Guadalteba, permitiendo observar con excepcional calidad el entorno paisajístico del futuro Geoparque Guadalhorce en las comarcas del Guadalteba y Campillos, y su fauna de buitres; al norte una magnífica panorámica de los terrenos del Trias Keuper alóctono y la laguna de Fuente de Piedra.  

El ascenso lo realizamos por el observatorio señalizado de aves en su flanco oriental, de cierta dureza aunque pausado, por el número de escalones naturales creados por las fallas normales distensivas y los canchales de bloques calizos caóticos, acumulados en la pendiente por el desmantelamiento del relieve. Los antiguos fondos marinos del Tethys se pueden estudiar con perfección en los cortes de los tajos durante el ascenso, estableciendo con claridad los niveles estratigráficos de la serie, donde el karst tras la emersión del conjunto rocoso, se ha desarrollado en los niveles más limpios de calizas oolíticas (estalactitas, cuevas y abrigos, oquedades en fallas) siguiendo a veces la estratificación y las fallas.

Sobre el Jurásico aparecen discordantes los enormes canchales y las coladas de bloques que tapizan la base, y que explican el proceso de desmembramiento de la sierra caliza, primero el plegamiento laxo con la emersión, segundo la compartimentación distensiva por fallas y posteriormente la descompresión, y en tercer lugar la erosión cuaternaria, cuya concatenación ha dado lugar al promontorio escalonado dirigido por las fallas.

En los flancos, tapizados por los canchales y los coluviones de materiales calizos donde lo permite el recubrimiento, afloran los materiales de la Zona Circumbética o los flysch del Unidad de Algeciras con las series del Oligoceno-Mioceno inferior de arcillas, areniscas y margas a veces cabalgantes (series turbidíticas de fondos marinos profundos), dejando en algunos puntos a su vez entrever por la erosión la serie de arcillas, yesos, areniscas y carniolas del Trías Keuper aflorantes en la carretera de las Pilillas y Rodahuevos, al norte del Cerro del Búho.

En la cima de Castillón, una gran recompensa para la vista del senderista a 360º, con Teba y la hendidura del Tajo del Molino a occidente; Campillos, los Llanos de Antequera y la laguna de Fuente de Piedra al norte; el flysch ondulado del embalse del Guadalteba al sur; y el promontorio molásico del Cerro del Búho, y las cadenas calizas de Huma, Gaitanejos, Sierra Llana y Valle de Abdalajis, con los Tajos de Ballesteros y Cabritos a oriente. Indicios de un asentamiento histórico fortificado, y los restos antrópicos y desafortunados de unas antenas expoliadas junto al hito del vértice geodésico, completan el cuadro del punto de observación geológica.

Sin dudas, una ruta excursionista de nivel turístico internacional, que el aula museo de geología Málaga promociona en el ámbito Geoparque Guadalhorce. Una excursión que se recomienda descubrir por su excelencia para visitar y disfrutar de estos nuestros valores geológicos mas sobresalientes, en una comarca la del Guadalteba, necesitada de estos impulsos del turismo geológico “Geoturismo” de aventura, aire puro y naturaleza, que te permitirá encontrar parajes y rincones excepcionales.  

Nos quedamos muy satisfechos – pese al esfuerzo físico -, de la jornada geológica, con estas magníficas entradas fotográficas que hemos acompañado al texto, y que testimonian para el lector la excepcionalidad del paraje.

Hasta la próxima cita excursionista del Aula museo de geologia Málaga!