8 de Marzo 2020. Por las minas de hierro de la Sierra de Cabrera en Corcoya (Badolatosa) Aula museo de geologia (Málaga)
Palabras clave educativa: Zonas Externas, Trias Keuper, calizas-dolomiticas, hierro, hematites, magnetita, argilitas rojas, yesos sacaroides, evaporitas, dolomías, carniolas, lagoon, Río Genil, olistolitos.
El pasado Domingo 8 de Marzo nos desplazamos a una encrucijada geográfica entre las provincias de Málaga, Sevilla y Córdoba para visitar la pedanía de Corcoya (Badolatosa) famosa por su ermita la Fuensanta construida en el siglo XVII y refugio del bandolero José María el Tempranillo. El distrito de Minas de hierro de Corcoya que mantuvo concesiones mineras de gran calado en explotación entre 1841 y 1922, gozó de una próspera andadura minera que no estuvo exenta de drama y desgracias, al producirse grandes colapsos del terreno que ocasionaron la pérdida de vidas humanas – 300 cuentan las crónicas -, consecuencia de las voladuras, mala entibación y un terreno de hundimiento de calizas-dolomías sobre arcillas rojas del Keuper.
El origen del distrito minero se remonta a 1841, cuando una sociedad de vecinos de Badolatosa, Corcoya y Casariche se constituyen en empresa minera. Entre 1873-1875 la sociedad de empresarios industriales malagueños Larios-Heredia-Loring trabajan en tres niveles y hasta cerca de 160 metros de profundidad las demarcaciones denominadas “Catania y Melito”, transportando el mineral mediante cable aéreo a la estación de Casariche a 9km de distancia. En 1900 la Sociedad Altos Hornos de Málaga adquiere algunas concesiones cuya finalidad fuera el abastecimiento de materia prima de hierro a los Altos Hornos malagueños, siendo utilizado la mena de menor calidad – hematites roja con hasta un 45% de hierro – en la fábrica de óxidos rojos de Málaga hasta cerca de la década de los 50.
Desde el punto de vista geológico, nos encontramos en el dominio estratigráfico de las Zonas Externas de las Cordilleras Béticas, el potente surco geosinclinal situado al sureste del Antepaís Ibérico, con predominio de las rocas sedimentarias heterogéneas formadas en cuencas cerradas tipo “lagoon” marino-marginales someros de carácter evaporítico, el Trías Keuper del Manto de Antequera (210 mll.años). Los plegamientos alpinos dieron origen a un caos de materiales, causado por la traslación y apilamiento de los mantos sedimentarios finalizado en el Mioceno inferior, el manto olistostrómico por lo que la mayoría de las unidades visibles no están in situ incluidas las calizas-dolomíticas. Abundan en la zona los yesos sacaroides blancos y las dolomias del Trias Muschelkalk en bloques olistolitos.
Los horizontes mineralizados se interponen entre las bancadas de calizas-dolomiticas como masas estratoides de reemplazamiento o en las interfases entre las calizas-dolomiticas y las argilitas rojas infrayacentes, con una dirección N20E y buzamiento subverticales de 70º hacia el sureste (110º). La presencia de brechas de hematites y lisos de fallas sobre la misma estratificación indica movilizaciones posteriores de la masa mineralizada.
En definitiva, un paraje que sorprende por su calidad ambiental con un gran potencial del patrimonio geológico-minero en esta confluencia cultural de provincias, que debe ser respetado y aprovechado por la ciudadanía.