El Aula-museo de geología en compañía de algunos amigos realiza una visita al Museo Arqueológico y de Bellas Artes de Málaga, todo un auténtico lujo en el centro de nuestra ciudad, al alcance de la ciudadanía, sorprendentemente gratis y en un espacio tan emblemático y con tanta solera adyacente al monumental conjunto Alcazaba-Gibralfaro. El palacio de la Aduana construido en 1791, constituye un edificio inmejorable para albergar los fondos históricos y patrimoniales de nuestra provincia, un proyecto mas que esperado por la ciudadanía, que es la imagen de una Málaga culta y milenaria.

El objetivo didáctico del Aula de geología además de la visita tan bien merecida en este recorrido en el tiempo por nuestro rico patrimonio histórico, era el de reconocer y establecer presuntas o más que fundadas correlaciones petrológicas de materiales locales (rocas y minerales), en las manufacturas artesanas de las piezas y elementos que forman parte de tan valiosa colección.

Peldaños de escalera del palacio de la Aduana realizados con mármol dolomítico de Mijas

Entre los elementos con “manufacturas y sellos” de materia prima local, reconocemos magníficos mármoles dolomíticos blancos de Mijas y grises de Coín; calizas salmón y calizas brechoides del Torcal de Antequera-Sierra de Chimeneas, Cerro San Antón en Málaga y Sierra del Valle de Abdalajis; yesos alabastrinos de Antequera y Archidona; núcleos de sílex, puntas de flechas, hachas, raederas y buriles de la Sierra de Camarolos, las Cabras, y Sierra de Marchamonas en Periana.

En esta labor de reconocimiento y de establecimiento de correlaciones de la talla manufacturada con la materia prima local y el conocimiento de la geología regional, el geólogo pone su experiencia petrológica al servicio de la historia, si bien al tratarse de aproximaciones visuales, sin estudios más profundos de análisis de láminas delgadas al microscopio de polarización, ó difracción de Rayos-X, las identificaciones no son categóricas aunque pueden aproximar su origen en un porcentaje bastante elevado.

En este sentido, el mármol dolomítico de la Sierra de Mijas, a veces infravalorado por su tamaño de grano más grosero frente a la finura y pureza del mármol de Macael y Olula del Rio en Almería, también tiene su valor y su atractivo. La reflectividad de los cristales de dolomías por la incidencia de la luz generan en su textura, un brillo muy luminoso y reflectante, con destellos persistentes, de manufactura muy característica, siendo además su dureza y resistencia unas buenas propiedades. El blanco níveo e inmaculado, de aspecto azucarado, de algunas secciones de mármoles gruesos estudiadas en la cantera el Barrio de Mijas, poco tienen que envidiar a otros materiales marmóreos españoles, y prueba de ello es la cantera artesanal que allí estuvo en explotación hasta hace poco, solapada en el tiempo con trabajos milenarios..

Entre otros muchos materiales también reconocimos hachas de diabasas doleríticas duras y resistentes de afinidad maláguide (Presa del Limonero y faldas de Alcuza), figuras y elementos tallados en pizarras maláguides, y moteadas, puntas de cuarzo hialino, y hachas de sillimanita con materia prima local que bien pudieran tener su origen en los gneises con sillimanita de Mijas, Casarabonela o Carratraca. Otros materiales como cornalina, piezas de oro y de plata son “exóticas” en nuestra provincia, no habiendo relación entre yacimientos minerales locales y su aparición.

La geología vincula a la historia (el terreno, la orografía, la riqueza en minerales,los manantiales,los usos vinculados a la tierra, las materias primas, etc..) y la geología se pone al servicio del hombre y la ciencia. Como en otras tantas tareas y aplicaciones, una misión fundamental para el desarrollo de nuestras sociedades más primigenias.